Etiqueta de proyecto: guayabo
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LA ESCOPOLAMINA, MANUEL Y YO
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Manuel y yo tenemos algo en común: en el pasado, a ambos, nos drogaron con escopolamina. Me sucedió mientras caminaba por el Parque de los Periodistas. A él, cayendo sobre los encantos de una mujer que le robó todos los objetos de valor de su apartamento. No entiendo por qué, en este instante de la…
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La Voz del Guayabo
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Prefacio Solemos desconocer el insondable charco de recuerdos etílicos que se despiertan con el albor del guayabo. Desde luego dos años no serán suficientes para rescatar de las profundidades de una cerveza o una absenta, las historias de unos borrachos de afición que, entre cantinas y bares, en Colombia o el mundo, se dejan el…
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Ausencia
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Las cotidianidades se visten con un velo gris. Los objetos, que por ser objetos, los descartamos de las cargas sentimentales del ser humano, transforman su razón social, y empiezan a agrietar las estabilidades por el simple hecho de haber sido materia en los ojos o las manos de otra persona. Una cobija, que tiene como…
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Estridente
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De dónde salió esa atracción repentina por una mujer sinónimo de piel oscura en la que no había amor pero sí una suerte de pasión estridente. Básica. Potente. En medio de ebrios insoportables nos enfrentábamos con una mirada fija extraña, como algo diáfano que se vuelve tóxico. Una frustración con cura. Mis sentimientos sufrían constantes…
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Te están matando los años
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Te estás marchitando, y yo no puedo hacer nada para germinar de nuevo en ti el amor. Dejaste caer por el balcón bajito de tu casa gran parte de las cosas que me hacían admirarte ¿No te atreves a recogerlas? Esos días primeros cuando conocí la versatilidad de tu alma imaginaba que el tiempo no…
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No soy ese tipo de tipo
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Creyendo merecer comprendí que no tengo que andar creyendo guevonadas. El catecismo me enseñó a premiarme si obedecía y a castigarme si era rebelde. Salió todo al revés. Ahora busco la rebeldía para tener recompensas y aborrezco la obediencia que muchas veces me lleva al infierno. Hoy el cielo, los avernos y el purgatorio los…
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Historia de un guayabo
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Amanezco en un cartucho donde veo: cuatro paredes, un viejo y carcomido catre que nunca había visto, y lo peor, ¿cómo llegué aquí? La cabeza intenta recordar, pero siempre llega a un punto ciego donde digo, yo estaba bien, ¿qué pasó de ahí en adelante? Nunca logro recordarlo. Me acuerdo de aquella damisela que me…
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Pediría dos cosas en la vida
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Uno es muy modesto, ¿cierto?, y a veces da como pena pedirle cosas a algún dios porque ellos mantienen muy ocupados con sus quehaceres divinos. Pero si se me permite…no, no, no. No les quito mucho tiempo. Ya sé qué estarán pensando, ¿qué nos importa lo que anhele un greñudo desempleado?, pero les prometo que…
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Una rumba con muletas
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Hubo un tiempo en el que solo soñaba con jugar al fútbol todo el día. Lo amé, casi siempre, cuando como un niño jugaba sin saber que jugaba. Un día, siendo más el adulto de ahora, jugué enguayabado un partido y me rompí los ligamentos de la rodilla derecha. En la recuperación de la cirugía…
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Danna y Brigid
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Escrito del primer aniversario de La Voz del Guayabo. Este es un texto experimental. Las letras en cursiva pertenecen a las prostitutas, Danna y Brigid, y las demás líneas pertenecen a La Voz del Guayabo. -Me llamo Brigid y aunque la vida hay que ganársela, robo por gusto en las cantinas junto a Hace dos…







